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02 febrero 2010

De aquella vez que lo pasé tan mal…

Durante una época estudiantil de mi vida residí en esa bonita ciudad Gallega, conocida como La Coruña. Veréis lo verdaderamente reseñable, no es lo que me ocurría diariamente, ya que como todos entenderéis no me ocurrió nada interesante nunca, bueno nunca no, solo un día, un recordable día.

Eran vísperas de Navidades así que tenía que agenciármelas para volver a casa por esas fechas tan familiares. Me decidí por viajar en  tren ya que el trayecto en autobús era tan pesadísimo y largo, en esos autobuses concebidos para el transporte de presos, pero de presos de los peligrosos, que no era lo mas recomendable. Por tanto una mañana, después de una copiosa y suculenta cena, me aventuré por las calles de esa húmeda urbe en busca de mi billete perdido. Como habéis comprobado, insinúe sutilmente lo de la copiosa y suculenta cena, pues este pequeño detalle, insignificante quizás será el detonante para otro ejemplo de mala, muy mala suerte.




Poneros en situación, un joven en ayunas, por la mañana tempranito se dirige con paso firme y seguro después de una cena casi monárquica, a través de esas calles estrechas y encharcadas, hasta la panacea o tierra prometida que era la agencia de viajes que expedía los billetes de tren, la llamo tierra prometida porque estaba tan… lejos. El sistema digestivo en ese estado de almacenaje comienza a ponerse en funcionamiento y claro quiere deshacerse de aquellos nutrientes que no necesita, y eso que yo absorbo todos y cada uno de mis nutrientes.

Fue justo cuando puse el primer pie dentro de aquella coqueta oficina, cuando todo el mecanismo de deshecho empezó a encender las alarmas. Pero claro comprenderme te sientan frente a una chica grácil y lozana, como pretenden que le diga entre fríos sudores y retortijones uterinos que me estoy cagando profundamente, ¡no se puede!, simplemente rezas porque acabe rápido y sales de allí como alma que lleva el mismísimo diablo con el billete en mano, sin atreverte siquiera a decir buenas tardes y gracias.


Lamentablemente lo peor viene ahora, y es que por desgracia pertenezco a ese pequeño sector de la sociedad que no puede, aunque lo intente, hacer de vientre en un sitio publico. Preferí arriesgarme e intentar llegar a casa, pero deberíais haberme visto, con aires altivos y caminar acelerado, el cuerpo erguido cual Marqués de Perpignan, todo esto salpicado por apretones que obligaban a detenerme y apretar, sí, estáis leyendo bien apretar mis orondos glúteos para evitar la evacuación pública. Y eso habría sido todo un marrón.
   

Era una sensación tan dolorosa, además en esos momentos tu ano tiene vida propia e incluso es consciente de que estas cada vez mas cerca de casa, y claro te insta insistentemente a que aceleres el paso. Logré alcanzar mi destino, mi casa, entré en el ascensor, implorando a dios que ningún vecino se atreviera a acompañarme en mi viaje hacia mi propio grial, pulsé el numero cuatro y lentamente esta maquina comenzó su ascenso hacia mi paraíso de celosía.


Llegué a mi planta, pero no pude moverme, de repente toda esa cantidad de mierda me había paralizado, allí estaba metido en aquel cubículo, sudando de forma porcina y llorando por mi mala suerte, al borde de un ruborizado desmayo. Reuní fuerzas de flaqueza y empujé la puerta saboreando la victoria sobre mi traicionero organismo, ya no quedaba nada capaz de estropear mi gozo sobre la batalla.


Pues no, si que lo había y es que esa señora bajita entrada en años, esa mujer voluptuosa que olía siempre a naftalina, estaba inoportunamente limpiando el baño, sí, la chacha mi querida y amiga chacha no había elegido peor momento para pasar la lejía por mi añorada taza del water. Pensé rápido y eficaz, debía reaccionar antes que mi rival anal. Entré en mi habitación y allí me quedaban pocas opciones claro está. Debía decidirme entre evacuar en un bote estrecho y semivacío de pepinillos en vinagre o una socorrida bolsa del Mercadona. Y claro Mercadona es tu supermercado de confianza.







“El hombre con peor suerte del mundo”.

44 comentarios:

Anónimo dijo...

aajajjajajajajajajajja

Anónimo dijo...

jajajajajajajaja mu weno!!! a más de uno nos ha pasao algo parecido alguna vez!!!!

Unknown dijo...

De nuevo escatológicamente desternillante, sensacionales las ilustraciones, mas mas mas.

Anónimo dijo...

eres un tio con imajinacion

maricarmen castilla la madre que te pario dijo...

cojonudo

Lulu Von Flama dijo...

Fantásticas ilustraciones. Hilarante relato.

Anónimo dijo...

PROP!!

Anónimo dijo...

Algún día podrías contar la noche de miedo cordobesa...

Elhombreconpeorsuertedelmundo dijo...

jajaajajaja cierto la noche de miedo cordobesa, jaajajaja es verdad, ummmmmmm ideas ideas.

esther dijo...

si si cuenta cosas de miedo y luego no duermes en semanas, mariquita!

Elhombreconpeorsuertedelmundo dijo...

Jajajajajaajaja, hija puta

Anónimo dijo...

Este esta mas currado y tiene mas gracia, muy bonicos los dibujos esos

Anónimo dijo...

Cuenta cuando estabas peo y te creias ke te habias cagado en la bañera. puedes subir el video.

Elhombreconpeorsuertedelmundo dijo...

La proxima sobre un ferretero que bebia agua de los charcos, jajajajaajjaajajaja.

Anónimo dijo...

Hay dos afirmaciones que se contraponen, para ser el hombre con peor suerte del mundo escribes muy bien y la escritura, por cierto, es una gran compañía. Gracias por el blog.

Anónimo dijo...

esto es una historia de miedo?¿?¿?

Anónimo dijo...

realmente me encantan las ilustraciones

Anónimo dijo...

jijijijiji, paraiso de celosia¡¡¡¡¡¡¡ jijijiji, que bueno

Anónimo dijo...

viva homer¡¡¡

Anónimo dijo...

tio como puedes cagarte en una bolsa? jejejeje, en dos palabras im-presionante

Anónimo dijo...

me esta dando hambre...

Anónimo dijo...

Que pasa ?¿? no vas a escribir mas?¿?¿

Elhombreconpeorsuertedelmundo dijo...

EN 10 DIAS NUEVO CAPITULO....

Anónimo dijo...

uiuiui ajajjaaj me he reido mucho jejeje...
sabes. parece propio que te vas a salir un libro..mmmm

Anónimo dijo...

vaya mierdaaaa

Anónimo dijo...

son muy buenos los dibujos, enhorabuena

Anónimo dijo...

mas mas ... !!!

Javier Arrés dijo...

Muy buena anecdota si señor. Y los dibujos que la ilustran también

A mi me pasó una de esas en Almuñecar , pero la suerte me acompañó bastante más. Juas!! se pasa mal eh.

Javier Arrés dijo...

Un bote de pepinillos...madre mia. Que imagen mental cabrón me acabas de dejar.

Anónimo dijo...

Dios two girls one cup, jajajajajajaajajaja

AlexCrazySajke dijo...

Un blog interesante a la par que entretenido ^^

Anónimo dijo...

Me gusta!!!! Molto simpatico ed...empatico. Las ilustractioes bellissimee!!!

Joan dijo...

jeje, esta chulo

Anónimo dijo...

no es mala suerte...es que no te pasan cosas buenas!!! jja
veremos que hay para contar en el proximo capitulo...lo espero ansiosa.
Magnificos dibujos!!!

Anónimo dijo...

yeeeaaaa

Anónimo dijo...

jejeje Pues lo que se me ocurre decir es que, haciendo el paralelismo con la historia mía que te he contado, la próxima vez que salga de marcha me llevaré una bolsa del mercadona y un paquete de kleenex en el bolso. Gracias por la magnífica idea!! besotes miles, genio. LSD

Anónimo dijo...

El cagamiento y los mojones es que unen mucho. jijijijiji.

Anónimo dijo...

pero que escatologia en los comentarios! me encanta el bolg y los dibujos son una pasada. Gracias!

Anónimo dijo...

ey! me encanta el dibujo del tio en el empedrado en primer termino, me lo regalas?

Anónimo dijo...

este eh un enmayaooo....

Anónimo dijo...

eres un maquina

Anónimo dijo...

me gusta a pagina. es todo muy profesional...

Anónimo dijo...

las cosas hechas con pasion siempre salen mejor ! ;)
"denart"

Anónimo dijo...

me gusta mucho el blog, sigue asi.

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